Neftalí Vázquez

Recuerdo mis comienzos fotográficos a los 16 años con una Petri; analógica, por supuesto. Después vino la Olympus OM2, también analógica, y mi humilde laboratorio de blanco y negro. Después de varios años de inactividad en este arte, la retomé en la era digital.
Ahora, recuperada mi vieja afición, disfruto expresando en imágenes aquello que me gusta o me llama la atención; sin más pretensiones que disfrutar de las imágenes que capto. Si además lo disfrutan otros, pues mejor. Yo ya me recreo con las buenas fotos de los demás y aprovecho para aprender.
Y como tengo claro que toda la vida es un aprendizaje, ahí va una invitación: Siempre acojo de buen grado cualquier consejo de un colega.
En cuanto a mi concepto de la fotografía, la entiendo como un arte más donde expresar sentimientos, estados de ánimo o un concepto personal de cierta estética o de lo que nos parece bello. De este modo, la fotografía no puede encorsetarse y limitarse al simple y reducido hecho de reflejar fielmente la realidad, sino que admite tratamientos que pueden ayudar a hacernos sentir o percibir algo más de lo que ven nuestros ojos.
Dicho de otra manera y tomando como referencia la pintura, afortunadamente podemos disfrutar del cubismo, el puntillismo el impresionismo, y otros modos de ver la realidad. Soy contrario a los dogmas y me parece nefasto en cualquier expresión artística, donde lo que debe primar es la creatividad. No obstante, procuro alterar lo menos posible la foto en el procesado, por lo que conlleva de dominio de la técnica. Lo dicho, aprender y expresar. Carpe diem.