El Campeon
Y sus ojos se abrieron y dijeron: “Hoy es un buen día campeón, a seguir luchando”.
Se paro y se fue, en sus oídos solo existía las palabras, adelante, si se puede, venga, hoy voy a cambiar y así con tanta energía vivía.
Que admirable es no darse por vencido, aunque alguna vez el campeón también me comento: “No hay que aferrase a lo imposible, hay que volver imposible lo imposible”
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