Acceso al pozo iniciático de Regaleira.
El pozo iniciático: una torre invertida incada en la tierra, 27 metros de profundidad, con una escalinata en espiral de peldaños, descansillos, columnas y arcos románicos. Así se forman nueve pisos, distanciados por entre sí 15 escalones, asociados a veces a los nueve niveles del infierno de Dante..
La mayor parte de turistas llega al pozo justo por la salida en lo alto de su desembocadura, pero la forma correcta de entender su simbolismo iniciático es entrar por el túnel de acceso que se halla en la base. A este túnel se llega por dos rutas: una que parte del Túnel del Este, cerca del Acuario, y otra entrada secreta ubicada justo detrás del Portal de los Guardianes.
Ambas rutas son sinuosas, laberínticas, incómodas de recorrer. Estos caminos representan los obstáculos que surgen antes de llegar al conocimiento. Al completar las sendas serpenteantes se accede a la puerta de un oscuro túnel que conduce a la base del pozo. Ahora este túnel está parcialmente iluminado a ras de suelo, pero en origen era oscuro y formaba una curva que impedía ver la salida. Adentrarse en la oscuridad es sumergirse en lo desconocido. La iniciación suponía dejar atrás la vida anterior mientras se avanzaba por la caverna, que al curvarse iba mostrando la luz del exterior, simbolizando un renacimiento y la consecución del conocimiento.
Así se llega a la base del pozo, cuyo suelo circular está decorado con una estrella de ocho puntas, tenuemente iluminada por la luz cenital de otro círculo abierto al cielo, dando acceso a la “iluminación” a través de una escalinata en espiral por donde ascender para alcanzarla, escalando los peldaños, giro tras giro, hasta la boca del pozo, donde el umbral obliga también a virar para salir definitivamente a la luz en un complejo y simbólico renacer.
Esta “puerta” conduce a un jardín llamado La Divina Terraza, flanqueada por dos zigurats.
Este recorrido se puede realizar al revés, de arriba a abajo, como suelen hacer los turistas, desde el cielo hasta las entrañas de la tierra. Así, se accede a uno de los túneles que conduce al llamado “Pozo Inacabado”, una especie de remedo más pequeño y ruinoso. Hay quien lo interpreta como una obra inconclusa, otros lo entienden como una advertencia al iniciado que emprende el camino en sentido contrario al del conocimiento, llegando a un lugar en ruinas cuyas escaleras no llevan a ninguna parte.
Existe la hipótesis de que el Pozo se emplease en ritos iniciáticos masónicos, ya que el propietario, Carvalho o Monteiro, era francmasón. No obstante, las ceremonias iniciáticas no debieron ser muchas pues Carvalho falleció tan sólo diez años después de completar la quinta y sus jardines.
Su mausoleo, en el cementerio Prazeres, está igualmente adornado con símbolos esotéricos y curiosamente, la puerta se abre con la misma llave de la entrada al palacio de Regaleira.
Ressin 21/11/2021 15:47
+++ !!!Maravillosos, hermosos colores y muy buena luz.
Me gusta mucho tu hermosa foto.
Saludos, Peer
Vitória Castelo Santos 19/11/2021 19:19
Maçonaria;:(