Adix
La construcción del Jessica fue la última obra de nuestros astilleros y fue bastante compleja. Supuso un hito. Se llevó a cabo en la grada cubierta del astillero, ya que a pesar de que su casco era metálico, su cubierta e interiores eran de madera. Se utilizó una multitud de materiales y de maderas nobles y fue necesario buscar a los últimos mestres d´aixa para estas labores tan específicas y especializadas. Debido a las dificultades para el transporte de los palos, la arboladura se le instaló en 1984 en Inglaterra. Según cuentan las crónicas, el dueño pagó 350 millones de pesetas por el barco y era muy habitual en aquella época verlo navegar por nuestras aguas. En 1988 fue vendido por una cantidad cercana a los 1.000 millones a Alan Bond, conocido como el ´rey australiano de la cerveza´. El Jessica puso rumbo a Australia y se le cambio el nombre por el de XXXX, que no era otro que el nombre de la marca de cerveza de Bond.
En 1989 fue nuevamente vendido, siendo nombrado Adix. Desde entonces ha paseado su preciosa estampa marinera por todos los mares del mundo, siendo un digno sucesor de todos aquellos veleros que salieron de nuestros astilleros, algunos de ellos situados exactamente en el mismo lugar en que nació el Jessica. El Adix tiene una eslora de 64.85 metros, una manga de 8,66 y una superficie vélica de 1.720 metros cuadrados. Está dotado de un motor diesel que le da una velocidad máxima de 12 nudos. La tripulación consta de catorce miembros y puede acoger hasta una decena de invitados.
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