Alma

Alma

Es casi imposible que la obra de cualquier fotógrafo no sea un poco autobiográfica.
La fotografía se convierte en algo personal, se transforma en un arte que se muestra con descaro ante los ojos de la gente.
Fotografiar es una exhibición pública del interior de uno mismo, una pérdida de intimidad voluntaria, los deseos, gustos, fantasías, ideas… Todo queda grabado en la fotografía !incluso el reflejo del alma!.

Es un testigo sincero y duro, no sabe mentir, no quiere, no le gusta.
Entiendo una fotografía como una imagen con una fuerte carga de autenticidad, que produce en la persona que la mira, una sensación mágica: el modelo o el motivo, la luz, tan deseada y buscada, la composición siempre exigente… Ese preciso, y a veces precioso momento.

Fotografío lo que vivo y lo que soy. Me muevo por inercia, con libertad. Busco o encuentro, elijo y tomo decisiones.
Me gusta retratar a personas por las que siento curiosidad o simplemente me atraen, muchas veces, personas que aguantan los golpes hasta el último asalto, sin caer, sin tirar la toalla.