El árbol
Aquí, a la sombra de los pinos viejos,
descanso al repechar de la vereda,
quiero, mientras murmura el agua leda,
meditar la razón de tus consejos.
Transida el alma está de amargos dejos.
Sendero de dulzor o ruta aceda,
¿quién hay, humano que decirnos pueda
la dicha o el dolor que aguardan lejos?
De sol, silencio y soledad cercado,
huidera la pasión, la razón quieta,
lo más puro del alma se destila;
y el hombre, de sí mismo enajenado,
siente latir el ansia más secreta
y oye cantar el bronce de su esquila
Enrique de Mesa (Serenidad)
Eliseo Gutiérrez 01/08/2008 11:59
Sensibilidad hace falta para recoger la atmósferade serenidad, sosiego y poesia que respiran tus fotos.
Felicidades.