El pinar protector

El pinar protector

Al escuchar el motor del coche que recorría lentamente la calle los vecinos contenían la respiración y esperaban inquietos hasta que los gritos de angustia y terror de una mujer rompían el silencio. Un grupo de hombres de camisas pardas, entre amenazas e improperios, sacaban de una casa al hijo o al marido. Los gritos proseguían mientras el coche se alejaba porque la desgraciada mujer era consciente de que al día siguiente encontrarían el cadáver en la cuneta de una carretera…
Me contó Manolico el Gloria que todos los días y al caer la tarde, temiendo que se lo llevaran, su padre salía de la casa y se refugiaba en una cueva del barranco del pinar de Satajarras, hasta que en octubre de 1936 lo detuvieron y le ofrecieron una doble alternativa: un consejo de guerra sumarísimo o enrolarse en el batallón Pérez del Pulgar, formado por presos republicanos. En el batallón estuvo dos meses, hasta que una mañana salió a recoger agua y junto con otro compañero huyó por Prado Negro hasta el Peñón de la Mata, donde se enroló en un batallón anarquista, pero esa es ya otra historia…