Inma y Antonio

Inma y Antonio

A Antonio, mi amigo y compañero de escalada, le ha prohibido Inma que escale.
- Si te pasa algo en esos tajos… ¿quién va a cuidar de mí y de los niños?
Ayer fui a su casa para proponerles pasar el día en la sierra, pero ella me miró con ojos asesinos.
- ¡No vendrás para llevarte a Antonio de escalada!
- ¡No mujer! Es que he conocido a dos suecas y nos vamos esta noche con ellas para enseñarles el Albaycín!
Y me ha tirado a la cabeza el mango del mortero, con tan mala puntería que ha roto el cristal de una acuarela del salón.
Siendo adolescentes Antonio y yo nos enamoramos de Inma, pero ella lo eligió a él, porque, no hay más que verlo, es más alto y más guapo que yo. Cuando se pelean ella le dice que lo va a dejar y que se va a venir conmigo. Entonces él me llama y me dice que vaya a su casa y que me la lleve. Yo siempre acudo, me invitan a cenar y al final acabamos todos, incluso los niños, riendo como bobos las tonterías que se nos ocurren…
Hoy hemos subido los tres al Mulhacén por el Camino de las acequias. La lluvia, el granizo, el frío y el viento han hecho muy difícil nuestro camino, y la niebla ha impedido que veamos el paisaje, pero hemos disfrutado muchísimo. En la imagen están los dos. Fijaros qué buena pareja hacen.