Limnocultura en Moxos - Beni 2 - Bolivia
Agua, fertilidad y cultura en Moxos
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Entrevista a Josep Barba Formosa, fundador del Centro de Estudios Amazónicos - CEAM
Con el objeto de investigar, rescatar y actualizar el legado de las etnias de Moxos (zona ubicada el Departamento amazónico del Beni) en 1992 se fundó en Bolivia la ONGD Centro de Estudios Hoya Amazónica (HOYAM), en el convencimiento de que las obras de tierra en Moxos conformaban un aparato productivo y que su estudio posibilitaba no sólo de un rescate cultural sino también tecnológico, con posibilidades de aplicación en la actualidad.
Para potenciar a Hoyam se fundò en 1994 en Barcelona la ONGD Centre d’Estudis Amazónics (CEAM). HOYAM ha creado un Centro Piscícola junto a la laguna Mausa en San Ignacio de Moxos, a fin de reintroducir la práctica de la piscicultura. Hoy, hay doce comunidades que crían peces en sus pozas y consiguen de tres a seis toneladas de pescado por año y hectárea. El potencial de desarrollo que tiene este sistema es evidente, si se compara la productividad de las haciendas ganaderas del Beni, que ronda los 15 kilos de carne de vacuno por hectárea.
La UNESCO le ha otorgado a CEAM el derecho al uso del distintivo de los proyectos de metodología de desarrollo cultural. Para conocer más sobre esta experiencia, entrevistamos a Jusep Barba, fundador de CEAM – HOYAM, e investigador del Moxos precolombino y su potencial productivo.
Emir Iskenderian: ¿Cómo empezó a trabajar en la investigación sobre Moxos?
Josep Barba: A finales de los ochenta el ingeniero petrolero Kenneth Lee, nos comunicó una gran cantidad de datos sobre la geografía cultural de los Llanos de Moxos (Departamento boliviano del Beni), que había recogido durante sus trabajos como ingeniero y en trabajos de campo posteriores. Su tesis era que los restos de obras en tierra existentes eran de tal magnitud y complejidad que forzosamente eran la obra de una población muy numerosa y organizada. Según él, se trataba de una cultura amazónica que había desarrollado técnicas de producción de alimentos basadas en conocimientos inéditos de manejo ambiental y que para aplicarlos construyeron un inmenso aparato hídrico del que se conservan todavía hoy las obras mayores. El estudio de este conjunto podía permitir rescatar tecnologías ambientales inéditas que eran una realización mayor de la historia de la Amazonia.
E.I.: ¿En que se ha basado la investigación del CEAM?
J.B.: Nuestra investigación se basa en detección remota, trabajos de campo y experimentación de sistemas de manejo productivo; el estudio da un vuelco al cuadro de referencia en que se mueve la etnohistoria de la Amazonia. En los llanos de Moxos se desarrolló una civilización Amazónica que aplicó sistemas inéditos de manejo ambiental que permitieron alimentar una población de varios millones de habitantes. Se ha investigado los restos de obras en tierra existentes en estas pampas, suponiendo que configuran un aparato hídrico que modificaba el ecosistema de inundación para multiplicar la producción de recursos.
E.I.: ¿Cual es la percepción general sobre los pueblos indígenas amazónicos?
J.B.: En el medio académico, hay un consenso mayoritario en que las culturas amazónicas han tenido un desarrollo muy inferior al de las culturas andinas o las del antiguo continente. Todas las noticias históricas sobre sociedades prósperas han sido relegadas al cajón de los mitos, aunque no todas ellas eran cuestionables.
La investigadora Betty Meggers ha puesto énfasis en las limitaciones impuestas por la escasa productividad de los suelos, lo que según ella impide la formación de núcleos urbanos estables, una condición necesaria para el desarrollo social y cultural. Esta teoría aceptada explícita o tácitamente permite afirmar que no hay ni han podido haber culturas desarrolladas por pueblos amazónicos. Si aceptamos que el hombre amazónico ha sido incapaz de desarrollar sus sociedades parece asumible que los elementos de progreso social y económico deben venir de fuera, lo que legitimiza toda clase de protagonismos externos.
Hay que señalar que este marco interpretativo deja sin encaje algunos hechos de la historia del Trópico húmedo americano. ¿Cómo se explica la iconografía de selva dominante en las culturas andinas y de la costa cuando no hay rastro de iconografía andina en las culturas amazónicas?; ¿Cómo se explica la existencia de topónimos arawak en la geografía andina?; ¿Cómo se explica la existencia de cultivares de selva como la mandioca que son el fruto de una selección genética de varios siglos?
E.I: ¿Cual es la relación entre el sistema productivo de Moxos y la lluvia?
J.B.: El sistema productivo de Moxos depende de una inundación estacional ocasionada por una precipitación de entre 1.500 y 2.000 mm, al año. Una disminución notable, posiblemente sobre los 1000 mm. no genera la inundación de las pampas provocando el estiaje de las cosechas y el secado de las lagunas, una precipitación anual sobre los 3000 – 3500 mm. convierte a Moxos en un gran lago, imposibilitando la agricultura y la piscicultura. Los ciclos mayores de oscilación climática ocasionaban trasvases masivos de población, hacia las zonas limítrofes o incluso al Altiplano.
E.I.: ¿Qué lecciones podemos sacar del análisis de estas obras?
J.B.: Los pueblos amazónicos desarrollaron técnicas de manejo ambiental que hicieron la prueba de su adaptabilidad y eficacia a lo largo de milenios y que conseguían un enriquecimiento biológico y una productividad de alimentos del medio nunca igualada después.
Las lomas artificiales, terraplenes, canales, lagunas y campos elevados funcionaban como módulos que se articulaban en un conjunto
Es posibe discutir las teorías sobre el determinismo ecológico, que según sus defensores ha limitado el desarrollo social y tecnológico de los pueblos de la Amazonía condenándolos al subdesarrollo. La asunción de que han existido culturas desarrolladas en la Amazonia obliga a cambiar el cuadro interpretativo de la etnohistoria de la Amazonia.
E.I.: El tema es rico en consecuencias, ¿cuales serían las principales?
J.B.: Las tecnologías autóctonas de producción de alimentos eran mucho más eficaces y adaptadas al medio que las que se han introducido posteriormente, generalmente formuladas y desarrolladas en ecosistemas de clima templado.
Es posible el rescate y la mejora de estos sistemas productivos en un trabajo de doble dirección en el que el estudio de los conocimientos autóctonos combinado con la experimentación y mejora con los medios hoy a nuestro alcance sea la mejor metodología para el desarrollo humano y ecológico de la región.
El ecosistema de Moxos está sometido a una fuerte influencia de la corriente del Niño cuyas fluctuaciones provocan períodos de sequía o inundación permanente, imposibilitan la aplicación del sistema productivo, lo que ocasionaría emigraciones masivas a los lugares limítrofes y ello explicaría la emergencia súbita del imperio inca y su iconografía procedente de la selva.
Los estudios de comparación del ADN mitocondrial de etnias de Moxos y del Altiplano apuntan a un parentesco muy próximo entre mojeños y quechuas, distanciados ambos de aymaras y otras tribus amazónicas.
E.I.: Han logrado rescatar parte de esta tecnología precolombina y aplicarla actualmente en comunidades indígenas de San Ignacio de Moxos, ¿Qué resultados han tenido?
J.B.: En base a este estudio hemos formulado una hipótesis sobre las técnicas de producción de alimentos que se practicaron y las hemos desarrollado en el Centro Experimental Mausa de San Ignacio de Moxos. Las productividades obtenidas en la agricultura y piscicultura permiten afirmar que la población del antiguo Moxos era varias veces superior a la actual, y quizás superior a la que se da normalmente como válida para toda la Amazonía.
Hemos experimentado el modelo de fertilización de campos elevados consiguiendo un incremento de la cosecha en más de un 400 %.en base a la compostación de macrófitos acuáticos, principalmente la Eichhornia crassipes y creado un Centro Experimental para producir alevinnes y ensayar la piscicultura en lagunas excavadas similares a las precolombinas. La profundidad óptima para las balsas de cría en Moxos, está sobre los dos metros, la misma profundidad que tienen las lagunas precolombinas excavadas.
Las experiencias que hemos hecho de cría con comunidades indígenas y un manejo semi intensivo, han dado productividades de 3 a 6 toneladas por hectárea y año, calculando un consumo per cápita anual de 50 kilos de pescado una hectárea de laguna suministra la dieta de pescado suficiente para alimentar una población de 60 a 120 personas.
E.I.: ¿Qué población pudo alimentar ese sistema productivo en Moxos?
P.B.: Las lagunas censadas en el SIG Moxos cubren una superficie total de 117.000 has, aunque la superficie total en el momento de mayor desarrollo fueron de unos 3.000 km2. por lo que podían suministrar la dieta de pescado de una población de varios millones de habitantes.
Se hace difícil creer que en Moxos pudo haber una población varias veces superior a la actual, pero tenemos el ejemplo de Bangla Desh en la que una llanura aluvial de 147.000 km2 con suelos similares a los de Moxos, aunque posiblemente con aguas más fértiles, alimenta una población superior a los ciento veinte millones de habitantes, con un 57 % de población rural que produce 924.000 toneladas de pescado.
La fuente principal de fertilidad eran los nutrientes aportados por las aguas de escorrentía de las serranías de los Andes
La agricultura y la piscicultura de Moxos se han desarrollado sobre uno de los suelos más pobres de la Amazonia y a pesar de ello dieron vida a una población de varios millones de habitantes, como se desprende del cálculo del potencial productivo del aparato hídrico de Moxos.
A la vista de lo que hemos recopilado, podemos suponer que estamos frente a una sociedad que tuvo un auténtico aparato de estado que invertía en obras públicas, controlaba todo el territorio, coordinaba la gestión del aparato hídrico de acuerdo con los ciclos climáticos y gestionaba excedentes. Existen otros restos de obras hídricas similares a las de Moxos en varios lugares de la América tropical, lo que demuestra que esta cultura no era la única, sino aquella cuyos restos se han conservado mejor.
E.I.: ¿De que obras en tierra estamos hablando, que características tienen y cuales serían sus funciones como elementos de un aparato hídrico productivo?
J.B.: Pues bien, de lo que conocemos hasta ahora, se trata esencialmente de terraplenes, campos elevados, canales, lomas y lagunas. Las lomas artificiales, terraplenes, canales, lagunas y campos elevados funcionaban como módulos que se articulaban en un conjunto. Los terraplenes controlaban la inundación, descartaban aguas de lluvia y seleccionaban las más fértiles para conducirlas a los lugares de producción (campos elevados y lagunas). Los canales de aporte eran además las vías de navegación y transporte y unían los principales núcleos de habitación (lomas).
Los terraplenes son las obras que cruzan las pampas en todas direcciones con un trazado siempre rectilíneo y no responden a una orientación general. Tienen forma de terraplén con talud a cada lado, su superficie es siempre horizontal, tienen un ancho de 4 a 8 metros, Su altura varía de 60 a 200 cm. según los lugares, aunque es superior al nivel máximo de inundación, lo que los convierte durante las lluvias, en un lugar de refugio para el ganado bovino. Los terraplenes fueron construidos para la gestión de las aguas de inundación y la conducción de las más fértiles a los lugares de producción. No se ha podido evaluar la longitud de los terraplenes de Moxos pero es del orden de decenas de miles de kilómetros.
Los campos elevados o camellones, fueron descubiertos en la década de los cincuenta por el ingeniero petrolero Kenneth Lee, en un vuelo a baja altura entre Trinidad y San Ignacio de Moxos. Estos campos cuya existencia se ignoraba hasta entonces son bien visibles desde el aire en la época de quema de pastos. Suelen tener anchos de 1, 5 a 4 metros de ancho separados por zanjas de una altura similar. La altura puede ir de los 30 cm. a un metro aunque los hay más altos. El continuo pastoreo de las pampas ha hecho desaparecer los rastros de la mayor parte de los campos elevados. Su detección no es posible en base al LANDSAT por falta de resolución. Hay indicios que apuntan a que los campos de Moxos cubrían una superficie superior al área agrícola actual de todo Bolivia.
Los canales de Moxos están excavados en los suelos arcillosos por lo que en el caso de que conduzcan un flujo de agua intenso su trazado se va ondulando aunque puedan mantener el trazado general invariable. Los canales de Moxos son numerosos y de diferentes formas y funciones: Anexos a los terraplenes mayores; Conectando cuencas fluviales contiguas. Hay una espesa red de canales que permite la navegación transversal en las pampas de Moxos; Canales de aporte de aguas interconexión o desague de lagunas; Canales de distribución de aguas.
Sobre las lomas, son artificiales y las hay por miles, suelen tener de 2 a 15 metros de altura y su superficie va de 0, 1 a 50 has., quedando su superficie por encima del nivel de inundación. Su presencia en la pampa se destaca por la vegetación arbórea que las cubre. Las mayores de ellas están rodeadas por un foso conectado a la red fluvial. En su interior se encuentran abundantes restos humanos y de cultura material.
La característica más peculiar de la geografía de Moxos son las numerosas lagunas rectangulares orientadas predominantemente a 50 grados el este. Su detección por satélite no ofrece dificultades ya que su superficie va de las 3 a las 15.000 has. Su forma suele ser de un rectángulo ligeramente abombado con una relación promedio entre el eje mayor y el menos de 1, 5. Hay algunas con la misma orientación pero con forma de parábola o "pie de pato" con el ápice mirando al SE. El fondo es plano desde casi la misma orilla y generalmente no sobrepasa los dos metros por lo que se pueden cruzar sin perder pie. Las lagunas de Moxos no están en cursos fluviales aunque la mayor parte de ellas tienen canales de alimentación y casi todas ellas uno de desagüe llamado "cola". Algunas de ellas tienen diques de contención y terraplenes asociados. Son numerosas también las que han perdido la capacidad de embalse.
La fuente principal de fertilidad eran los nutrientes aportados por las aguas de escorrentía de las serranías de los Andes. Estas aguas retenidas en los canales entre los campos elevados daban vida a una abundante flora de macrófitos acuáticos con los que se creaba por compostación un suelo fértil que podía soportar un uso agrícola intensivo. Las mismas aguas fertilizaban unas lagunas que albergaban una rica fauna acuática. El reciclaje de los residuos de alimentación a través de la red hídrica permitía minimizar las pérdidas de fertilidad en un conjunto que con una adecuada gestión de las aguas se iba enriqueciendo en cada inundación.
Para resaltar la especificidad de estos sismeas productivos proponemos el término de “limnocultura”, es decir un manejo productivo basado en la fertilidad de las aguas.
E.I.: ¿Que sucedió con esta sociedad amazónica?
J.B.: La cultura o culturas de los Llanos de Moxos para cuando en 1676 se instalaron los primeros jesuitas, había una población de unos 100.000 habitantes diseminados por un territorio de unos 250.000 km2. La población existente era el residuo de una anterior mucho más numerosa y su disminución había afectado a todas las etnias. Según los testimonios de los jesuitas esta disminución continuó durante décadas y nunca recuperó los niveles que tenía a su llegada. Esta sociedad colapsó en fechas inciertas y es plausible que las causas fueran epidemológicas. Los Mojos y los Baure parecían los descendientes directos de la sociedad de los constructores de obras. Convivían con numerosas etnias de bases culturales muy distintas que hablaban entre 40 y cien idiomas de familias lingüísticas muy diversas.
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Por: Emir Iskenderian
España, Barcelona. Enero de 2005
http://bo.globedia.com/agua-fertilidad-cultura-moxos
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