Nihilismo

Nihilismo

No soy capaz…
RAZÓN
No imagino, no percibo, no titubeo…
Los caminos son largos y dichosos al percibir que tengo el control. Proporcionar un control a mi vida no es un detalle o un privilegio, es por extraño que parezca, un placer in-atendido a mis más firmes decisiones. Con una mano escribo y con la otra sostengo una manzana roja –pensando en el “que le voy hacer”- Me la puedo comer, puedo ser un poco obsceno e imaginar como la introduzco por mi ano, puedo rebanarla y hacer feliz a varias personas que tengan ganas de una manzana roja, puedo conservarla hasta que se eche a perder, sencillamente PUEDO.

El poder es un “NO PUEDO”, es inherente, intangible, insípido a las emociones y la reflexión, aunque parezca lejano, es acto reflejo de nuestra insegura y frágil personalidad.

Parece una dicotomía en praxis el poder del no puedo pero solo actúa de la misma manera que le pertenece la imagen a la vista… Susceptible una sin la otra.


Nihilismo.

En proceso de reconstrucción espiritual me siento cegado por el gusto del aprendizaje, corremos de niños sin imaginarnos que hay una piedra que nos puede hacer caer y aunque no entiendo a detalle el proceso del aprendizaje, se que existe una enseñanza.

Al ir creciendo y al tomar distintas decisiones voy desarrollando mis aprendizajes, mis notables caídas, mis pisos huecos… Y entiendo que este concepto de ir aprendiendo de las caídas, del “aprendizaje”, es un concepto recurrente que lacera la estima del conocimiento ¿Por qué aprender de las caídas? Y no, sencillamente ir aprendiendo.

El error en el ser humano es tan natural como la muerte, es verdad que abstraes en medida del aprendizaje, pero en opinión, me encontrado con personas muy preparadas que no necesitan equivocarse.

No estoy en contra del error, no estoy en contra de algo, ni de emociones, juicios, conceptos, no atento ante nada, solo comparto una humilde idea.

Creo que es momento de un replanteamiento como mexicanos.