¡Si importa!

¡Si importa!

Había una vez un hombre que solía ir cerca del mar para escribir y tenía el hábito
de andar por la playa antes de empezar. Un día, mientras iba andando a lo largo de
la playa, vió a lo lejos una figura humana que parecía estar bailando. Se sonrió por
el hecho de que alguien pudiera estar bailando a esas horas y apretó el paso para
acercarse. Al hacerlo se dio cuenta de que era una mujer jóven y de que no estaba
bailando sino cogiendo cosas pequeñas de la orilla y, apresurada, las iba lanzando
todo lo lejos que podía al mar.

El hombre se acercó un poco más y le dijo a la joven:
"buenos días, ¿puedo preguntar qué haces?"

La joven se paró y le contestó:
"devolviendo al mar estrellas de mar que las olas han sacado del agua".

Y "¿por qué?"
le replicó nuestro hombre.

A lo que la muchacha le contestó:
"El sol está alto y la marea está bajando, si no las tiro al agua morirán"

El hombre, sorprendido, le volvió a preguntar:
"¿Pero no te das cuenta de que hay cientos de kilómetros de playa y que hay estrellas por toda ella?
... ¡no vale la pena!"

La jóven se quedó pensativa y cogiendo una estrella del suelo la lanzó bien lejos y justo cuando impactó en el agua le dijo al hombre:
"¿Ahora lo ves?, para esa estrella sí ha importado."

...y el hombre siguiò mirando al mar, mientras ella seguia recogiendo estrellas.