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Perfil de agua

Me quedé allí un buen rato, porque se escuchaba un rumor que reblandecía el alma, y me permitía pensar en algunos amores atrasados. El tiempo latía en verde y blanco, y se respiraba cierta humedad cansada. De repente supe que mi alma estaba jugando con aquella espuma tan acogedora. Y desde otro tiempo vinieron besos y sonrisas, a quedarse conmigo allí, extendiendo su nostalgia. Nunca se es feliz del todo, y algunas veces queremos diferenciar aún más, lo que es estar solo... de lo que es sentirse solo. Al agua de aquel pequeño río no parecía importarle el desazón de mi interior. Y continuó mostrándose saltarín y encantador todo el tiempo que permanecí a su lado. He de admitir que aún te quiero.

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